INVOCACIÓN A SAN
JOSE
DE JUAN XXIII
¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tu empleaste toda
tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber. Tu mantuviste a la Sagrada
Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los
que se vuelven confiadamente a ti. Tu conoces sus aspiraciones y sus
esperanzas. Ellos se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y
proteges. Tu también supiste de pruebas, cansancio y trabajo. Pero, aun dentro
de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda
paz y cantó llena de verdadera alegría debido al íntimo trato que gozaste con
el Hijo de Dios que te fue confiado a ti a la vez a María, su tierna Madre.
Amén.
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