ORACIÓN
Señor
Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente
te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches
nuestros ruegos.
Renueva,
te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida
realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra
alma. Así sea.
__________
PARA PEDIR
UN FAVOR
En
esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de
Porres.
Quiero
sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus
hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a
quienes admiramos tus virtudes.
Confío
en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me
sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.
Alcánzame
tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a
mis hermanos y a hacer el bien.
Padre
celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis
problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.
Te
lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
__________
DEPRECACIONES
EN LOS CASOS MAS APREMIANTES
Por el deseo ardiente de martirio que tuviste y por tu celo por
la propagación de la fe y bien de las almas, alcánzame, Padre mío Martín, la
gracia que te pido.
Padre
Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por la esperanza heroica que tuviste en alcanzar la felicidad
del cielo por los méritos de la sangre de Cristo, obtenme de nuestro buen
Dios el favor que te pido, Padre mío Martín. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por la caridad con que amaste a Dios, sobre todas las cosas y
socorriste en cualquier necesidad al prójimo, no me dejes desconsolado en
esta aflicción, Padre mío Martín. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por las austerísimas penitencias con que discretamente
mortificaste tu alma y cuerpo y por las extraordinarias gracias con que Dios
te auxilió en este ejercicio, consígueme lo que solicito, amado Padre mío
Martín.
Padre Nuestro,
Avemaría y Gloria.
Por la oración con que salvaste la vida de tres reos fugitivos y
por el celo con que exhortaste a enmendar su conducta, acógeme bajo tu
amparo, amado Padre mío Martín. Padre
Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por la compasión con que protegiste a veinte jóvenes pobres y
virtuosas, dotándolas con cuatro mil pesos cada una y por el premio que
alcanzaste de Dios para tu devoto don Mateo, bendiciendo y aumentando sus
riquezas, socórreme, amado Padre mío Martín. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Por el regalo grande que te hizo el Señor Crucificado en la
oración, en el capítulo del convento, elevándote arrodillado hasta besar la
llaga de su costado, dame espíritu de compunción; no me olvides en la
presencia de Dios y concédeme la gracia que solicito en estas deprecaciones.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página.