martes, 17 de marzo de 2015

La figura de San José a la luz del pensamiento de Agustín



 

¿Qué dice San Agustín de la figura de San José?

La Iglesia siempre se expresó acerca del matrimonio de José con María, porque jurídicamente de este matrimonio depende la paternidad de José.

En los textos de San Agustín encontramos:

“¿Por qué -se pregunta San Agustín-, no debían serlo a través de José? ¿No es tal vez José el marido de María? La Escritura afirma, por medio de la autoridad angélica, que él era el marido. No temas, dice, recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Se le ordena poner el nombre del niño, aunque no fuera fruto suyo. Ella, añade, dará a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. La Escritura sabe que Jesús no ha nacido de la semilla de José, porque a él, preocupado por el origen de la gravidez de ella, se le ha dicho: es obra del Espíritu Santo. Y, no obstante, no se le quita la autoridad paterna, visto que se le ordena poner el nombre al niño. Finalmente aun la misma Virgen María, plenamente consciente de no haber concebido a Cristo por medio de la unión conyugal con él, le llama sin embargo padre de Cristo”.
(San Agustín Sermo 51, 10, 16: Pl 38, 342)

Otro de los aportes del doctor africano acerca del matrimonio de José con María dice:

“A raíz de aquel matrimonio fiel, ambos merecieron ser llamados padres de Cristo; no sólo aquella madre, sino también aquel padre, del mismo modo que era esposo de su madre, ambos por medio de la mente, no de la carne”. (San Agustín, De nupt. Et. Concup. I, 11, 12: PL 44, 421)

“En los padres de Cristo se han cumplido todos los bienes del matrimonio: la prole, la fidelidad y el sacramento. Conocemos la prole, que es el mismo Señor Jesús; la fidelidad, porque no existe adulterio; el sacramento, porque no hay divorcio” (San Agustín, De nupt. Et concup. I 11, 43; PL 44, 421)

San Agustín, considerando que san Mateo escribe la genealogía de los antepasados de Jesús a partir de José, descendiente de David, dice que Dios reconoce que fue un verdadero matrimonio; pues, de otra manera, nunca hubiera sido posible llamar a Jesús, hijo de José. Y dice:

Jesús fue considerado en la genealogía de José para que los fieles no considerasen tan importante en el matrimonio la unión de los cuerpos, como para no creerse esposos sin esa unión corporal... Con este ejemplo, viene magníficamente enseñado a los fieles esposos que también, practicando la continencia de común acuerdo, el matrimonio puede permanecer como tal si se conserva el afecto, aunque no haya unión sexual. (De Consensu evangelistarum 2, 1; PL 34, 1074.


Por ello decimos que, la figura de San José es imprescindible en esta visión a nivel universal, y su participación en el misterio de la Encarnación lo sitúa, junto con María, en el centro de la historia humana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.