sábado, 16 de diciembre de 2017

De los problemas actuales: la violencia en la familia



Comportamiento violento



Image result for comportamiento violento imagenesDebido a las crecientes manifestaciones su aumento en intensidad y frecuencia de la violencia en el mundo contemporáneo y a la confusión sobre sus orígenes, numerosos estudios han sido los pronunciamientos sobre las razones que la determinan.
Toda concepción de la violencia se base en una concepción determinada del mundo y de  la vida, en una idea respecto de la existencia humana, su esencia, su ser en el mundo y el concepto de destino y trascendencia. Existe una estrecha relación entre la creencia de lo que es la violencia y la antropología filosófica, que intenta aclarar la idea del hombre en relación al cosmos y al medio histórico y social en el que le toca vivir. Por eso, la violencia ha sido entendida de maneras muy diversas en cada época y lugar, según los distintos conceptos filosóficos y antropológicos dominantes en cada época. De ahí que existen tantas definiciones como conceptos del hombre existen.
No obstante la disparidad de las distintas concepciones, podemos señalar en el fenómeno violento características esenciales que se repiten más allá de las pautas culturales.

En divergencia con los antiguos dualismos de los cuales aún hoy la ciencia está impregnada, la concepción de la violencia (agresividad) como parte de la estructura del sujeto humano no está claramente definido. De esta manera pierde posibilidad de abordar y mejorar una tendencia ancestral y tan humana como el amor mismo y las investigaciones de los comportamientos violentos, en especial los que ocurren dentro del seno de la familia, quedan relegados al ámbito de la enfermedad mental –en los casos graves- , o por lo común quedan en el silencio, en la negación, inconexos de las demás conductas y del medio social. El problema de los individuos que están implicados en violencia familiar puede ser caracterizado de la siguiente manera:

a)     La violencia familiar es una condición que pertenece al mundo humano: es parte de la naturaleza del hombre. A partir del Psicoanálisis es cuando el hombre comprende que forma parte de su naturaleza la llamada "pulsión de muerte", pero mucho más tardíamente acepta que forma parte de su esencia, la particular condición de agredir a la propia familia que hace paulatinamente que sus relaciones se estructuren en un entramado singular que integra amores y odios que pueden llevar a la muerte a sus miembros y en un círculo conductal vicioso difícil de desarmar. Además, aún hoy muchas personas no comprenden que paulatinamente se llega a una síntesis integrada entre los comportamientos violentos que van en aumento y la intensidad de los mismos y que la transmisión de estos comportamientos ejercen su influencia en las futuras generaciones y que lejos de ser un factor superficial dentro de la sociedad, por el contrario, cambia profundamente las condiciones de la misma.
b)     Su condición de ser ejercida exclusivamente hacia los seres queridos –hijos, ancianos, esposos y esposas, es decir aquellos que viven unidos por los lazos del amor-,  y que esta condición no es secundaria ni aleatoria sino que integra la personalidad del individuo, hace dificultoso su estudio y por consiguiente el abordaje terapéutico.
c)     Su condición de ser "aceptada o soportada" por la sociedad, sólo por lo cual el individuo que ejerce violencia familiar es mejor tolerado por la sociedad que el que agrede, mata o roba a otros que no son de su misma familia, crea un manto de protección hacia los violentos y hasta de justificación social e impide también la disolución de estos comportamientos. (hay complicidad y negación?)
d)     Su condición de ser una conducta con larga tradición histórica tanto en Oriente como en Occidente, reafirma la idea de que la violencia familiar es un producto del comportamiento privado de las personas, negando que a mayor comportamiento violento, los modelos que se transmiten harán que nuevos individuos sigan ejerciendo violencia.
e)     El medio familiar es un ámbito privado, del que provienen las enseñanzas y estímulos para la formación de los hombres y ayuda a forjar sus cualidades psicológicas.
f)      La condición violenta no por ser negada desaparece: el conocimiento que se alcanza de esta condición humana, está, a su vez, socialmente condicionado.
g)     El hombre es el único animal que pudo modificar hábitos y adquirir nuevas formas de comportamiento modificando así su propia naturaleza. Aunque la violencia forme parte de su naturaleza, puede en cierta forma apartarse, independizarse de ella.
h)     La producción de nuevas formas de comportamientos familiares no violentos crea la matriz fundamental de nuevas maneras de relacionarse con los demás.

Frecuentemente, esas razones invocadas trasuntan parte de una misma intolerancia, -tal vez producto de la  dificultad a la hora de hablar de un sentimiento que nos cuesta reconocer que integra nuestro ser-, como si en la intimidad del hombre se encontraran las causas de sentimiento de agresividad y poder, inherentes a su propia naturaleza. La violencia es parte de la naturaleza humana, ya que la agresividad es constitutiva y de ella deriva innumerables posibilidades. Por medio de estas reacciones agresivas, el hombre pudo enfrentarse a peligros, y estas reacciones agresivas constituyen mecanismos de adaptación o instintos dirigidos a preservar la vida del individuo y de la especie. En el hombre, muchas veces esta energía se mantiene aún en ausencia de amenazas del medio ambiente. Muchas veces se convierte en un objetivo en sí misma y su descarga crea un sentido de poder que a su vez estimula el sentido de la destrucción. Hablamos del poder como fin en sí mismo. Tal son algunas de las observaciones de Karl Lorenz, padre de la Etología Comparada, basada en la observación y estudios de distintas especies animales, incluido en hombre.

Nuestro propósito es detenernos a estudiar esta actitud humana que nos aporta importantes conocimientos sobre los mecanismos íntimos que mueven al sujeto humano a manifestarse en forma intolerante, y llevan a miles de seres a la violencia, al sufrimiento y a la muerte.
Sabemos que Lorenz califica como vital al instinto agresivo en varias especies animales, que sin embargo, han sido dotadas por la naturaleza por condiciones que el hombre no posee por ejemplo ciertos mecanismos de seguridad, esta falta de mecanismos de seguridad llevaron al hombre a detener su agresividad natural mediante la razón, y ahí radica la mayor dificultad de controlar un impulso tan poderoso como vital.
Consideramos que parte de la evolución del animal humano se basó en los lazos de amor y de amistad. Por medio de esta evolución, el hombre, ha controlado su agresividad natural hacia sus seres queridos –en la mayoría de los casos- , pero resulta indispensable que logre que la hostilidad con otros de diversa ideología decline a favor de una mejoría en las relaciones con los otros.
Puede apreciarse de acuerdo con el resultado de estos estudios hasta el presente, lo que en realidad se encuentra en la intimidad del proceso es instinto agresivo.

Sin negar a la agresividad como un componente ontológico del hombre, Freud opinaba que un comportamiento agresivo presupone siempre un estado de frustración, y a la inversa, una frustración  conduce siempre a alguna forma de agresión. Veía él en la gratificación de los instintos de placer y muerte la fuente de la energía psíquica que conduce a la violencia en todas sus manifestaciones, y podía comprender de esta manera por qué, en determinadas circunstancias culturales, la agresividad se manifestaba o expresaba con mayor intensidad.

Habíamos mencionado ya que el hombre es un animal y comparte con el resto de los animales una naturaleza biológica que es su límite y su estructura y también decimos que a la vez, el hombre en su naturaleza dual es el único animal con cultura, cultura que lo recubre y a la vez es parte de él mismo, que lo integra desde que nace y lo une a aquellos que le dieron vida.
El etólogo K. Lorenz, observó durante más de treinta años a los animales en su medio natural y sus elaboraciones teóricas de los comportamientos instintivos lo llevaron a considerar al hombre agresivo por instinto e insta a buscar en la propensión innata hacia la violencia las razones tanto de las agresiones individuales como de grupo. Dice lo siguiente: 

Este párrafo es claro sobre la postura a favor de comportamiento instintivo en el hombre, que más allá de as diferencias de escuelas tiene una significación social y política y además brinda sostén al fundamento biológico del comportamiento así como a las diferencias del mismo, según el grupo étnico, la nacionalidad, el grupo social.
Para Lorenz poseemos conductas instintivas no sólo en los comportamientos sexuales y agresivos, sino también en lo estético y en lo moral. Postulando la continuidad entre la sociedad animal y la sociedad humana cualquier analogía es posible.
"La sociedad humana está constituida de una manera semejante a la de las ratas, porque de igual modo son sus componentes sociables y apacibles dentro de su propia tribu, pero se conducen como verdaderos demonios con los congéneres que no pertenecen a su bando ". 1

Para Lorenz, desde su posición etológica, el comportamiento agresivo, es un instinto inmodificable por el aprendizaje. Lorenz señala pautas para entender el comportamiento humano en tanto movido por instintos, al igual que las demás especies animales. Y este comportamiento agresivo, que asume ciertas funciones, por ejemplo de conservación en la especie  y está además dirigido contra el congénere, permite la defensa de un territorio, asegura la selección por la reproducción de los animales más fuertes y es un instinto eficaz para mantener el orden y la jerarquía. Pero en todo el mundo solamente el ser humano –el animal con cultura-  llega a matar en masa a sus congéneres, provoca o crea las condiciones necesarias para la matanza colectiva de ciento de su misma especie. Estos desajustes no se explican por ahora desde un punto de vista biológico.


Algunas definiciones:

Es muy difícil poder precisar en una definición escueta de lo que es la violencia familiar, tan complejo como lo es delimitar su objeto de estudio. En un intento de definir a grandes rasgos el tema que nos convoca, recurrimos a los aportes de otras disciplinas a saber: la sociología, la biología.
La idea de violencia está vinculada a una actividad de índole cultural, con fuertes aportes de orden biológico, que sólo se da en el ser humano con peculiaridades que la distinguen de todo otro comportamiento animal. El hombre no es un ser aislado en el universo. Su pertenencia al reino animal, el bagaje de instintos y tendencias naturales no le son ajenas. Pero el hombre es el único ser que vive en un mundo de cultura, en un mundo del lenguaje. El hombre es el ser capaz de dar un fin determinado a su conducta y de elevarlas y elevarse por encima de la simple satisfacción instintual, más allá de sus necesidades biológicas, más allá del reino de las leyes de la naturaleza. Por medio de esta condición de ser sujeto del lenguaje, el hombre alcanza un orden que es de su exclusiva pertenencia.
Ahora bien, la violencia toma como punto de apoyo el bagaje instintual, biológico perteneciente a todo ser de la especie humana, y concluye muchas veces con la denigración de toda las conductas del sujeto que la porta. La violencia como proceso biológico y también psicosocial humano, representa el último tramo de la esfera de la naturaleza hasta el reino de los valores supremos que es patrimonio del ser humano. La violencia está pues, directamente relacionada con la actividad humana.
A grandes rasgos podemos definir a la violencia como una fuerza brutal dirigida a un semejante con el simple propósito de someterlo. Es una conducta impetuosa que se manifiesta en los actos concretos y violenta o viola al otro. Un individuo ejerce violencia contra otro cuando actúa sobre la otra persona –sin su consentimiento- o la obliga a actuar contra su voluntad y para ello emplea la fuerza o la intimidación.
La violencia es la acción y efecto de violentar o de violentarse aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia.
La misma puede ser ejercida fundamentalmente bajo dos formas a saber física o psíquica o ambas simultáneamente.
La violencia física se puede fácilmente objetivar, por el contrario es muy difícil definir con claridad los límites de la violencia psíquica y sus alcances dado que en la vida cotidiana hay presiones las cuales algunas de ellas son inevitables en la organización de la vida, pero dichas presiones que no son vividas como violentas por sujetos que no sufren la violencia familiar, pueden llegar a ser vividas como agresiones por aquellos que si sufren dicha problemática.
La agresividad , en cambio, vocablo derivado del latín: AD Y GRADIOR, significa acometer, ir hacia algo o bien realizar un movimiento activo contra otra persona.
El individuo agresivo -aggressus-,  aquella persona que obra o tiende a obrar con agresividad.
La agresión es aquel acto de acometer a alguno para matarlo, herirlo o hacerle daño, es un acto contrario al derecho del otro.
De acuerdo con estas diferentes acepciones, la violencia familiar, es o bien un proceso   que comanda el metabolismo primitivo y a la vez  incorpora elementos externos que aporta el sujeto, que edificarán su mundo, sus conductas; o en forma opuesta, es un proceso que va de adentro hacia fuera, se expande, siembra sus semillas en toda la sociedad, crea cada vez mayores hábitos y modifica el modo de respuesta a los estímulos tanto externos como internos.

Concepto general de violencia familiar:

Conforme a lo expuesto, trataremos de dar un concepto general de violencia familiar, dejando de lado los aspectos parciales que han dado lugar a numerosas definiciones y descripciones acerca de este fenómeno:
Decimos que la violencia familiar es un proceso de  formación y creación del sujeto humano, realizado por la acción consciente del mismo y bajo la participación de sus instintos y pulsiones, dirigidos a miembros cercanos y significativos de su vida íntima, independiente del mundo al que pertenece, del medio social con el que se relaciona, pero independiente de la censura o leyes que rigen en cada momento de la historia.

Con esta definición dejamos establecida, por consiguiente, la diferenciación entre la violencia en términos generales, dirigida a cualquier ser humano y la violencia familiar propiamente dicha. Los instinto, las pulsiones de vida y muerte, la agresividad como constitutiva del ser humano, forman parte del proceso de formación del hombre. La violencia familiar surge como consecuencia de una perturbada conexión del sujeto con sus propias tendencias y con el mundo al que pertenece.
Esta violencia hacia integrantes de la propia familia puede constituir en un verdadero sometimiento, en una coacción, en una tortura impuesta, o bien en un hábito que le permite tener cierto sentido de pertenencia, en un estímulo que facilite un explosivo y profundo sentir que le lleva a creer en la ilusión de dominio total sobre el otro. Ahora bien, en el primer caso, no podemos hablar de una posición simplemente de "víctima", pues el sujeto sometido a estas prácticas de violencia no llega a determinar su personalidad libre de dichas prácticas. Sólo en el último caso existe una verdadera posición bien clara y establecida de pertenecer y aceptar continuar con las respuestas violentas.
La definición que hemos presentado abarca el fenómeno de la violencia familiar en su integridad: las denominadas "víctimas" y los "victimarios" pertenecen a ella y respetan sus leyes. Dentro de las numerosas definiciones de violencia familiar que se han dado a través de las últimas décadas, podemos observar que algunas se refieren en forma exclusiva al accionar de las personas que ejercen violencia. Otras ponen énfasis en la patología que lleva a una persona a tener comportamientos violentos. Otras ponen énfasis en la educación y en los hábitos culturales. Muchos ponen el acento en las facultades y disposiciones biológicas de la naturaleza humana. Las definiciones psicológicas en cambio, encierran la idea de un proeso de autoformación que desequilibra las conductas del sujeto.
Otras definiciones, en cambio, toman en cuenta la acción del medio social.
Pero es importante destacar que la violencia familiar también encierra una forma particular de pacto, la lealtad y el sentimiento amoroso. Por ello, nos proponemos desarrollar algunas pautas que consideramos importantes para encontrar un camino y tal vez un por qué, en tan difícil su abordaje terapéutico.




1 Lorenz, Karl,


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