sábado, 4 de febrero de 2017

Hacia un bello despertar: quinta parte


Hacia un bello despertar: quinta parte

Dejar atrás los viejos fantasmas

De pronto amanece, se sienten entonces aterrorizados por el temor, sin caer en la cuenta que ellos inventaron la historia. Es por ello que hechos de poca trascendencia ¿poca? Son transformados en verdaderos dramas.
Image result for despertar imagenesA la gran mayoría de nuestra sociedad le sucede esto. También hay otros a quienes la objetividad y el principio de realidad les permite ver las cosas con un cristal libre de tantos embustes (no sin subjetividad, lo que sucede es que su subjetividad es balanceada y libre de cargas emotivas tan neuróticas). Pero a ellos no se los escucha. No quiere despertar el hombre dormido.
                                                 

Además de los elementos constitucionales que intervienen en la formación de un sujeto, la conducta del mismo está condicionada también por toda clase de estímulos, coacciones y modelos que provienen del mundo que lo rodea. Los antropólogos culturales nos ayudan a comprender mejor los fundamentos socioculturales en el desarrollo y estructuración de la personalidad. Dichas investigaciones, fueron realizadas en numerosas sociedades primitivas, que tenían diversos esquemas culturales, y, sin embargo permitieron establecer entre sí, una correlación estrecha entre características culturales de grupos humanos y algunos tipos de conducta individuales.(por ejemplo el complejo de Edipo).
 Pero también vemos que, en dicha transmisión y en la constitución de los sujetos hay fantasmas que provocan sufrimientos de diversos grados de complejidad.
Para liberarse de esos fantasmas es preciso despertar. Y ese despertar es salvador, pues al despertar nos ahorramos costosas "cuotas de sufrimiento".
Despertar es despejar nuestra visión del mundo y de las cosas, es un arte de ver las cosas tal cual son sin la turbia mantilla de los miedos.
Despertar es caer en la cuenta de que nos torturamos con falsas expectativas y vanas ilusiones; es aceptar que por mucho tiempo no quisimos ver la realidad.
No nos damos cuenta de que nuestros verdaderos enemigos se alimentan de nuestros miedos, y en verdad nuestros temores son pura quimera. Saber que las falsas ilusiones falsas son, no es fácil, pero a partir de esa aceptación hacemos nuestra vida más libre.
"Basta despertar, y se deja de sufrir". En la oscuridad de la noche todo se ve terrible, es decir, en verdad nada se ve pues todo lo cubren las tinieblas. Pero ¿dónde marchan las sombras cuando amanece? No van a ningún lado, simplemente todo se ilumina.
Siempre que nos sorprende nuestros diarios disgustos, en cualquier momento del año, sea día o noche, la angustia nos agobia, pero solo debemos esperar el amanecer sin temor. Hay que hacer una correcta lectura de los hechos y de nuestras posibilidades, y asegurarnos de no estar exagerando.
Despertar es el primer paso. Y no hay nada como caminar junto a nuestro ángel de la guarda.

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