Tiempo de Adviento
El Adviento es el comienzo del Año
Litúrgico, empieza cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad
con la Navidad y la Epifanía.
Es el
primer período del año liturgico.
Consiste en un tiempo de
preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo.
Su duración suele ser de 22 a 28
días.
El término "Adviento"
viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado
en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento
comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia.
El sentido del
Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado.
1) oración y de
reflexión caracterizado por la espera
vigilante, (es decir, tiempo
de esperanza y de vigilia),
2) de arrepentimiento,
3) de perdón y
4) de alegría.
Se puede hablar de dos partes del
Adviento:
Primera Parte con marcado carácter escatológico,
mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte hasta el 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de
la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo
en la historia, la Navidad.
Corona de Adviento
Durante el Adviento, se coloca en las
iglesias y también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de Adviento,
con cuatro velas, una por cada domingo de Adviento.
Hay una pequeña tradición
de Adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay
que mejorar en esa semana, por ejemplo: la primera, el amor; la segunda, la
paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.
Los domingos de Adviento, la familia
o la comunidad se reúne en torno a la corona de Adviento.
Luego, se lee la Biblia y
se hace alguna meditación.
La corona se puede llevar al templo para ser
bendecida por el sacerdote. Adviento se extiende por 40 días,
desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero.
La Corona de Adviento tiene su origen en una
tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno
para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor
durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para
evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe
católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
La forma circular
El círculo no tiene principio ni fin.
Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de
nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.
Las ramas verdes
Verde es el color de esperanza y
vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la
gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras
vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.
Las cuatro velas
Nos hace pensar en la obscuridad
provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la
primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación
que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas
se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la
cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en
la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento
al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el
amor de Dios que nos envuelve.
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