sábado, 13 de junio de 2015

Frases para meditar




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La santidad se 

encuentra en el camino



que nos abre 

cada uno de nuestros días, en que se ofrecen a 

nosotros, con atractivo desigual, los deberes de 

nuestra vida cotidiana.



San Francisco de Sales





lunes, 8 de junio de 2015

Frases para meditar



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"Alabemos al Señor con palabras y obras, con el corazón y con los labios, en la oración y en la vida, en perfecta armonía y sin divisiones."

San Agustín

jueves, 4 de junio de 2015

Corpus Christi


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4 DE JUNIO 
CORPUS CHRISTI  
SOLEMNIDAD












En esta fecha los católicos celebramos una fiesta destinada a celebrar la Eucaristía, la finalidad del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) es proclamar y aumentar la fe en la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento.

lunes, 1 de junio de 2015

Las heridas cotidianas




Las heridas cotidianas

Historias cotidianas y lo que hacemos con ellas




Este blog surgió a partir de una simple cuestión planteada tras uno de esos momentos categóricos que surgen de vez en cuando. En ese peculiar momento me encontré atrapada en una historia que yo misma estaba ayudando a escribir, incapaz de leer e intervenir en  la realidad con las herramientas terapéuticas que poseía. Contrariada por no poder comprender la historia compartida, la época y el lugar que me tocó habitar, y al mismo tiempo sorprendida ante tanta confusión propia y ajena, finalmente decidí caminar despierta. Me atrevo a suponer que la primera reacción del lector ha sido la de una seguidilla de sensaciones cuyos términos van desde el rechazo, la descalificación, la identificación y/o el nivel de curiosidad ante el lugar de “herida” en que queda nuestra existencia en el mundo actual. 
El creciente desánimo reinante como gran herramienta esclavista social e individual del siglo veinte y su  implicancia subjetiva en hombres y mujeres de hoy, que están mezclados en una relación disfuncional con los otros, angustiante consigo misma y  que tiene origen en su historia. Este argumento nos propone instalar una pregunta: ¿Qué papel desempeña la verdadera fe en las personas para superar el sufrimiento y el desánimo tan generalizado en nuestros días?


Si bien para la Psicología el objeto de estudio son las personas de nuestro tiempo, -en especial la de nuestra sociedad, dado que a ellas atendemos y dirigimos nuestros conocimientos e interrogantes-,  y que están implicadas en estas  situaciones de desanimo, las cuales más allá  de las estadísticas son sujetos con una historia y vivencias que le son propias, nos apoyamos en la vida de aquellos que pudieron superar las heridas y trascender más allá de todo sufrimiento.
Nos proponemos en nuestros próximos artículos describir algunos estudios estadísticos, pero éste no será  fundamentalmente un trabajo cuantificador sino una investigación orientada a sujetos que con su personal historia transitan por esta problemática. Lo que nos preocupa, es resaltar y estudiar minuciosamente las condiciones científicas  y sociales en general de nuestro tiempo en relación al abordaje de la temática, sus orígenes y controversias; perfilar los avatares de la familia actual; describir los sufrimientos y desafíos más comunes que se presentan a fin del milenio y a principios del actual siglo observados en la sociedad, y la oferta terapéutica actual; analizar las posibles vicisitudes de la constitución subjetiva y espiritual; plantear los problemas espirituales que nos aquejan, su abordaje terapéutico, el problema de la queja constante, el estar “fuera de la espiritualidad” y el problema de vivir en un estado de “falsa espiritualidad” o “pseudo religiosidad que lleva a la misma consecuencia enfermiza.

Es claro que no hay error ni descuido, al utilizar la palabra “herida”, según luego intentaré exponer a lo largo del texto; con todo, nuestra ponencia nos obliga a un estricto recorrido por diversas disciplinas. Pues bien, es mi convicción que remover y convocar en nuestra ayuda a las distintas ciencias para tratar de trabajar tramos mayúsculos de nuestro trabajo –aun sin procesar-, consiste en la obra fundamental de nuestro andar.


Nuestro recorrido podría calificarse de un enfoque simplista de los problemas actuales, basado, como ya he anticipado, en la idea de que nuestra vida es un collage y que los eventos y acontecimientos que nos tocan vivir son simplemente una combinatoria azarosa Porque independientemente de su calificación, lo espontáneo de su enfoque le recordará al lector, que no hay error o descuido, según intentaré luego exponer, con todo lo que nuestra práctica nos autoriza.


También me fue posible comprobar, por el constante trabajo con las personas, que la fe es el concepto más eficaz para amortiguar el dolor pero es también el más escaso. Pues, la delimitación del perímetro y el alcance de las disciplinas como las psicoterapias convencionales y el Psicoanálisis con todo su tramado conceptual hasta el momento ya desde Freud, hasta los importantes avances de Lacan; no son equivalentes a la resolución de la problemática de la desesperanza humana. Tampoco aquellos chamanes  modernos que fácilmente hablan de “poderes superiores”, y son reticentes para su propio beneficio a toda intervención de las ciencias, se encargan de descalificar a toda empresa terapéutica –sea de la orientación que sea-, tildándola de impía, hereje u otros atributos que las descalifican irremediablemente, en la medida en que tal terapia no admite la ciega postura dogmática vacua y esclerosada, vacía de sentido que presentan estos gurúes de la llamada nueva era. Dicho de otra forma procuro en este blog, desarrollar cómo el desánimo se presenta en nuestra sociedad como la gran herramienta social e individual esclavista del siglo veinte y de principios de nuevo milenio, manifestándose en enfermedades, desafíos supuestamente nuevos, que observamos asombrados en nuestra sociedad actual y cómo respondemos ante tal desafío desde la oferta terapéutica actual.

Bien, pero ¿qué es esto de incluir la fe? Para encarar su dilucidación debemos recalar –a modo de punto de partida-, en algunas puntuaciones forjadas por teólogos. A tal efecto, destacamos que la noción es categorizada usualmente a la par de la conocida noción filosófica y religiosa –noción reñida con otros discursos-, pero no por ello vamos a descartar dicha noción ya que tratamos con sujetos que poseen  una fe a veces sólida flama y a veces tal fe es una simple chispa. Así, bajo estos parámetros introducimos el concepto de la fe como indispensable para abordar la temática del sufrimiento humano en los próximos capítulos.

La gran mayoría de las personas posee una pálida fe, una mortecina llama que no ofrece eficacia para transformar el sufrir cotidiano. Incluso muchos extinguieron esa flama por completo, y para otros muchos nunca existió tal flama. En cambio para otra personas la fe es el centro de la vida y muchos males físicos son superados en mejor grado que en aquellas personas que no poseen fe alguna.

Es decir que la propuesta  a desarrollar es que, siempre al estar involucrado con el sufrimiento humano, involucra los conceptos científicos y los religiosos otorgando, en tal sentido, un parámetro más eficaz para acceder a tal problemática, no excluyendo un concepto tan milenario y fundante como lo es el concepto de la fe, por cuanto permite estipular relaciones entre clases pares –diversas disciplinas científicas-, y otras que son excluyentes entre sí. Pero no lo son para la naturaleza humana. Por ejemplo: sujetos creyentes en la fe; sujetos ateos, sujetos agnósticos; pertenecen a categorías diferentes pero todas comparten el gran desafío de sufrir y el modo de esclerosarse en el sufrimiento, de superarlo, de sobrellevarlo, más no de evitarlo en la mayoría de los casos. Todos por supuesto sujetos a un mismo tiempo a la muerte; aunque el modo de sobrellevar dicho camino sea bien diferente. Más resulta que dichos caminantes en cuestión es diversa, estas clases son exactamente iguales en lo tocante a la muerte, recibiendo así el nombre de “mortales” más allá de toda ideología, credo o posición social. A partir de esto, el posicionamiento de cada sujeto y su elección, prácticamente lo hace responsable, en su conclusión, a la hora de decidir qué hacer con su sufrimiento, la consideración de las relaciones de éste, a las que torna responsable del hecho de que valiéndose de su posicionamiento torna responsable de su sufrimiento a las circunstancias, a la fatalidad, a la sociedad, al destino, al mal, a sí mismo, y rara vez se involucra responsablemente para resolver por fin enfrentar el sufrimiento.

Si bien dijimos que los abordajes terapéuticos van incluyendo novedosas intelecciones, dilucida nuevos fenómenos que aquejan no solo al individuo sino a la sociedad toda y le otorga otro rango a lo que antes era unívoco de modo consensual.

Así de esta manera, agrega, avanza, articula y puntúa de una manera novedosa y directa –no sin rodeos-, con préstamos de disciplinas conexas, con sorpresas y a veces hasta con sobresaltos y extravíos en el camino. Si bien aclaramos, que, en lo pertinente a la obra de Freud y de su obvio seguidor Lacan, destinamos varios encuentros en la relación entre ambos autores destinado a conceptualizar la particular relación teórica que de la obra freudiana hace el maestro francés. Luego, por otra parte, nuestra propuesta, procura tomar o dicho de otro modo retomar la cuestión  distintiva entre psicología y psicoanálisis respecto de la episteme médica. El punto neurálgico de la fe lo trataremos de modo puntual en tanto éste señala su disyunción en primer lugar, a su actual aceptación tanto por gran parte del saber médico como por parte del saber científico en general, y,  en lo que hace a su acepción moderna, teniendo en cuenta a su exclusión de la episteme anteriormente nombrada.

Más adelante,  trataremos específicamente las problemas con un guiño a las teorías antes mencionadas y sin descuidar los aspectos espirituales que, con seguridad, el psicoanálisis rechazará desde todo punto de vista por no pertenecer a su campo de estudio –aunque éste campo se nutre de diversas disciplinas nos es muy difícil entender cómo descuida un campo tan antiguo y rico como el sentido de la fe que es patrimonio de millones de sujetos en el mundo, descalificándola sin remedio-, paulatinamente recurriremos a nociones e instrumentos teóricos caros y requeribles para el progreso de nuestras conceptualizaciones.

Como puede tener a consideración nuestro lector, en este breve recorrido introductorio, nuestro propósito en el presente libro se posiciona a una tesitura diferente a la del psicoanálisis en cuanto a que su intención en lo tocante a la fe es la puesta en juego de ésta como tema en extensión, no rechazar ni negar su existencia en miles de sujetos y su influencia en el tema del sufrimiento humano.

La intención  es entregar al lector los medios para que pueda por sí mismo descubrir su sufrimiento y el nivel de su propia flama para consumirlo.

Por una parte, nos moveremos en una perspectiva simplemente psicológica, humana, prescindiendo de los presupuestos de la fe. Pero por otra parte, ofreceremos una perspectiva una reflexión y perspectiva cristiana al abordaje del sufrimiento humano.

Por último, una propuesta, -a mis amigos lectores-, a quienes van dirigidas estas líneas, no sólo mi reconocimiento sino también una reflexión:

“Los grandes héroes de la fe. La fe
es la garantía de las cosas que se esperan, la prueba de aquellas que no se ven.
Por ella recibieron testimonio de admiración los antiguos. Por la fe conocemos que el                             
 mundo fue creado por la palabra de Dios, de suerte que lo visible tiene una causa     invisible.

“Hebreos 11-1-2-3-