viernes, 16 de enero de 2015

Frases para meditar


«No prohibiré a mis labios; Señor, tú lo sabes. No suceda que crea el corazón y, por causa del temor, prohíba a los labios manifestar lo que creyó. Quien se avergonzare de mí delante de los hombres, yo también me avergonzaré de él delante de mi Padre; es decir, no le reconoceré, puesto que quien se avergonzó de confesarme delante de los hombre no merece que yo le confiese delante de mi Padre. Profieran los labios lo que se encierra en el corazón, para así obrar contra el temor. Contenga el corazón lo que profieren los labios, para obrar así contra la simulación. Pues algunas veces, en presencia del temor, no te atreves a decir lo que sabes, lo que crees; otras hablas simulando, pero en el corazón no tienes tal cosa. Concuerden los labios con tu corazón. Recabas de Dios la paz; Él te la dará; no exista entre tus labios y tu corazón aquella querella tendenciosa. Ve, no temas y prohíbas a tus labios. Señor, tú sabes, que contiene el corazón lo que pronuncian los labios» 
San Agustín (Enarraciones)


 

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